Comida a dos puntas - Carpintero bataraz chico


02-07-11 © Roberto Ares
Este carpintero bataraz chico horadaba el tronco del árbol con mucha dedicación y profundizaba el hueco con rapidez. No entendíamos bien qué estaba haciendo hasta que nos mostró el verdadero objetivo. A unos centímetros arriba y a la derecha del agujero se ve otro agujero ya cicatrizado, que alojaba larvas de insectos al final de una galería. Como el carpintero no podía atraparlos desde esta entrada, perforó esta entrada para llegar hasta la base de la galería. El tamborileo alertó a las larvas del peligro y se movieron hacia la salida vieja. Al verse agredidos por el pico del carpintero dieron marcha atrás. Por una u otra salida eran acorralados por el carpintero que logró capturarlos y se los comió.