El 26 de junio de 2012 a mitad de mañana unos visitantes de la Reserva Ecológica detectaron un juvenil del lobo marino de dos pelos sobre la ribera de Costanera Sur. Se trataba de un ejemplar de unos 60 cm de largo, tranquilo, aparentemente extenuado. Esta especie tiene una de sus mayores colonias reproductivas en la Isla de los Lobos, República Oriental del Uruguay, en la boca del Río de la Plata. Es frecuente el hallazgo de cachorros de la especie sobre la costa platense, los cuales pierden contacto con su madre en el estuario y buscan refugio en la costa. A través de la llegada con rapidez de Juan Carlos Sassaroli y Andrés Capdevielle, fue posible su captura y derivación al Jardín Zoológico de Buenos Aires donde hay especialistas que los cuidan y recuperan para devolverlos a su medio natural. Estos ejemplares perdidos e inmaduros no hubieran sobrevivido en libertad. El veterinario Sassaroli trabaja en la Reserva por un acuerdo con el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur para rehabilitar la fauna que llega de la ciudad, mientras el naturalista Capdevielle se desempeña en el Zoo porteño y lleva adelante una iniciativa de rescate de aves rapaces mediante un convenio con la Reserva. Gracias a la buena predisposición, equipos y destrezas de ambos fue posible rescatar este joven de lobo marino de dos pelos. Sobre el litoral atlántico argentino la especie más frecuente es la conocida como lobo marino de un pelo, más grande y cuyos machos tienen un cuello robusto cubierto de una melena espesa.