En muchas especies de patos los machos tienen una coloración vívida y las hembras una modesta coloración amarronada. Como suelen ir en pareja el macho nos resuelve el problema de la identificación y la hembra queda en un segundo plano. Por eso cuando vemos a las hembras solas nos damos cuenta de que no les prestamos la debida atención. Comenzamos con estas dos hembras: la del pato cutirí y la del pato de collar que son dos de las especies que reinauguraron la laguna de Coipos.
Tanto posadas como en vuelo presentan diferencias claves para su reconocimiento.
Paradas o en el agua con las alas plegadas las dos tienen manchas blancas en la cara, se ve el espejo verde, patas rosáceas y como se dijo una tonalidad predominantemente parda, pero....
En vuelo con las alas extendidas tienen diseños alares que son inconfundibles.
© J. Simón Tagtachian mancha circular blanca |
© J. Simón Tagtachian espejo verde y azul contrastando con zona triangular blanca |