El parasitismo es una interacción biológica en la que el parásito explota al hospedador para cubrir necesidades básicas y vitales. En esta interrelación el parásito es el beneficiado porque recibe un servicio sin darle nada a cambio al hospedador. Se lo suele asociar a cuestiones alimentarias, es decir utilizan al huésped como fuente de alimento para sobrevivir. En aves por ejemplo relacionamos a los ácaros y/o pulgas (ectoparásitos) que pueden ocasionar enfermedades e incluso la muerte si el ave se ve apestada por estos organismos.
Pero aquí nos vamos a referir a otro tipo de parasitismo en el que ambos actores son aves y la dependencia no es de tipo alimentario sino que está relacionada a la reproducción. Se lo denomina parasitismo de cría o de puesta. El beneficio que obtiene el ave parásita es que incuban sus huevos y crían a sus pichones. El hospedador, es decir el ave parasitada, sale perjudicado ya que acarrea con todo ese trabajo y con una muy alta probabilidad de perder su propia camada.
La relación del parásito con el hospedador es obligada cuando el parásito ha perdido la capacidad de construir el nido. Los parásitos que pueden o bien construir el nido o bien parasitar son facultativos.
Si la especie parásita toma como blanco solo a otra especie es especialista. Si afecta a varias especies es generalista. El término generalista se aplica a nivel poblacional y no a nivel individual. Se sabe que el tordo renegrido Molothrus bonariensis parasita unas 250 especies en toda su área de distribución, pero un individuo tordo renegrido ¿parasita siempre a la misma o a varias?
Si el parasitismo afecta a la misma especie es intraespecífico, si es a otra, interespecífico. En el caso de parásitos obligados es redundante hablar de interespecificidad ya que a los parásitos no les queda otra que poner los huevos en nidos de otra especie por su incapacidad de construir nidos. El parasitismo facultativo puede ser intraespecífico, interespecífico o ambos a la vez.
La mayoría de los casos de parasitismo facultativo se da en anátidos. Si es intraespecífico los pichones son todos iguales y se los detecta mediante análisis de ADN y/o por el comportamiento de las aves. Debemos agregar que en el caso de los anátidos el parasitismo es mucho más liviano ya que las crías se alimentan por sí solas. El hospedador solo incuba los huevos y queda eximido de procurarles alimento a los pichones que es la parte más engorrosa. El parasitismo obligado ocurre en aproximadamente el 1% de las especies de aves y se concentra en solo 5 familias (Cuculidae, Estrilididae, Indicatoridae, Icteridae y Anatidae). Los cucúlidos ostentan el mayor número de especies parásitas y los anátidos tiene un solo parásito.
El parasitismo en la reserva
En Costanera hasta la fecha (2016) hay cinco aves parásitas, pertenecientes a tres familias, aunque no contamos con registros de parasitismo de todas ellas. En todos los casos se detectó el parasitismo cuando los adoptados son alimentados por los padres adoptivos.
Crespín Tapera naevia de la familia Cuculidae
Si bien hay varios cucúlidos aquí, este es el único parásito. Es un visitante estival de paso por sus escasos registros. Se sabe que es un parásito obligado generalista. Parasita a una gran cantidad especies, entre ellos muchos furnáridos.
5 12 2015 © Judith Sandberg |
Pato cabeza negra Heteronetta atricapilla de la familia Anatidae
Fue común en la reserva hasta la sequía del 2008 y con apariciones esporádicas desde el llenado a la fecha (2016). Es un parásito obligado generalista. Se sabe que parasita a especies acuáticas (gallaretas, gaviotas, patos, etc), muchas de las cuales nidifican en la reserva.
Sirirí colorado Dendrocygna bicolor de la familia Anatidae
A diferencia del anátido anterior el sirirí colorado es facultativo. "Deja" uno que otro huevo en nidos de su misma especie o de otras especies de anátidos (puede ser inter e intraespecífico). En Costanera en dos oportunidades detectamos pichones de sirirí colorado en familias de picazo. En los dos casos se observó que los adoptados permanecieron con la familia adoptiva hasta bien grandecitos. El sirirí colorado cría en la reserva. Desconocemos si hubo casos de intraespecificidad.
12 2009 © José Luis Merlo Para ver los casos completos |
Los tordos renegrido Molothrus bonariensis y pico corto Molothrus rufoaxillaris de la familia Icteridae
Son de parasitismo de cría obligado, el tordo renegrido es generalista y el pico corto, especialista.
Tordo renegrido Molothrus bonariensis
El tordo renegrido en toda su distribución (Sudamérica hasta las Antillas) parasita unas 250 especies. Aquí en Costanera tenemos 12 especies registradas. (Arañero cara negra, Ratona común, Varillero ala amarilla, Pijuí frente gris, Hornero, Monterita cabeza negra, Sietevestidos, Chingolo, Calandria grande, Tordo músico, Frutero negro, Chiví común).
Para ver todos los registros de parasitismo
El tordo renegrido es generalista, pero no se sabe todavía si una hembra parasita a muchas especies (relación hospedador-generalista) o solo a una (hospedador-especialista) o si dentro de una población hay hembras que sean generalistas y otras especialistas. Hay dos hipótesis: Si se toma la impronta de los padres adoptivos, parasitarán siempre a una especie. Si se guían por el tipo de nido en el que se criaron, parasitarán a aquellas especies que arman ese tipo de nido. El tordo renegrido puede poner huevos de color blanco o manchados, pero no mimetiza los pichones.
Tordo pico corto Molothrus rufoaxillaris
El tordo pico corto parasita casi exclusivamente al tordo músico. Se extiende en un área menor que el tordo renegrido. Se lo encuentra en Argentina, (salvo en la parte de la cordillera y la patagonia), en el sur de Brasil, Uruguay, Paraguay y el sureste de Bolivia.
Tanto los huevos como los pichones son muy parecidos a los de su hospedador. Dos son las diferencias en los juveniles: el loral negro (ausente en el pico corto) y el color de las tapadas (negras en el pico corto). Las vocalizaciones de las crías de músico y pico corto también son similares.
Ver tordo pico corto y tordo músico