18-7-17 © Eduardo IbarraLaguna de las Gaviotas. Arriba recorrido a lo largo de la orilla oriental que da al bosque de alisos y abajo la orilla occidental que bordea el Camino de los Lagartos.18-7-17 © Eduardo Ibarra18-7-17 © Eduardo IbarraLaguna de los Patos |
Hasta el verano de 2007-2008 las lagunas de la reserva se vaciaban para la época del verano y se recargaban con la temporada de lluvias siguiente. La sequía de 2008 que causó estragos en casi todo el país cortó este ciclo y cambió el paisaje de la reserva drásticamente. Los lechos quedaron expuestos y las escasas lluvias no alcanzaban para recuperar las lagunas. Solo fueron suficientes para que la vegetación ganara todo el espacio cedido por el agua. En 2009 llegó un alivio, pero en 2010 la situación volvió a empeorar saliendo ganadora la totora que cubrió todo. Pasaron varios años en esta condición hasta que en 2013 el Gobierno de la Ciudad encaró una obra para rellenar las lagunas con agua de río. Ver Obras: el agua vuelve a las lagunas. El plan inicial sufrió algunos tropiezos que produjo dilaciones, pero los trabajos llevaron el agua a Coipos y se realizó el desmalezamiento.
Mientras las obras trascurrían en Coipos, el Niño proveía agua de lluvia abundante en forma natural. Desde el camino la altura de las totoras era un obstáculo para ver qué pasaba dentro de Patos y Gaviotas. Con las primeras fotos de Eduardo tomamos real dimensión de cómo se encontraban. Grande fue nuestra sorpresa al ver que detrás de la pared de totoras la Laguna de las Gaviotas presentaba un gran claro de agua y gran parte del totoral a medio caer. A juzgar por lo que vemos en el video hoy el totoral se consumió y el espejo de agua llega hasta la altura del mirador nuevo aunque no lo hace de orilla a orilla.
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Si bien estas dos lagunas se encuentran una al lado de la otra, su comportamiento fue bastante dispar. El denso totoral de la Laguna de los Patos permaneció imperturbable durante mucho más tiempo y los claros de agua, pequeños y dispersos, tardaron más en ser visibles. Se notaba agua en las orillas al caminar por los senderos pero el totoral resistió de otro modo. Recién hace un par de meses se desmoronó dejando una gruesa capa de material vegetal que se irá descomponiendo y aplastando con el tiempo para dar paso al espejo.
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El caño de conexión entre Patos y Gaviotas |
22-10-16 © Cora RimoldiAntes de que se impulsaran las obras en 2013 las lagunas no estaban conectadas entre sí. En la primera etapa se instalaron caños que cruzaban de Coipos a Patos y de Patos a Gaviotas para que el agua circulara en dirección Canal Viamonte-Coipos-Patos-Gaviotas y desaguara en el río. Para el último tramo se utilizarían los caños viejos que fueron colocados para la construcción de la reserva en 1978. Los caños se ven a simple vista. El cruce de Coipos a Patos está cerca del extremo Brasil. Como la obra estaba pensada para realizarse en tramos, este caño fue obstruido a propósito para que no inundara Patos y poder realizar el desmalezamiento allí más cómodamente. Con posterioridad nos contaron que está mal colocado y que de niguna manera habría pasado el agua. El otro cruce, entre Patos y Gaviotas, está ubicado en el Camino del Medio a unos 300 metros del Camino de los Lagartos. Por este caño, sí, pasaba agua como se muestra en el video. Es decir que este caño limitó el nivel del agua en Patos y volcó el excedente en Gaviotas. ¿Habrá influido esto en demorar la caída de la totora? |
Al factor climático, el Niño, y al factor biológico, los coipos, debemos agregar otro componente al que le asignamos una gran incidencia en la recuperación de las lagunas: las napas. Aquí es donde el hombre intervino desinterviniendo. Lo que hizo fue dejar de hacer aunque no lo hizo en forma premeditada o conciente. Para 2008 las napas venían siendo vaciadas para construir las bases de los edificios de Puerto Madero. Caminando por la zona se veían las mangas expulsando agua sin cesar. Esto seguramente agravó la situación de desecación en ese momento. La poca agua de lluvia se infiltraba para recargarla. La disminución de la actividad constructiva trajo como consecuencia la recuperación del agua en las napas. Hoy el agua no se infiltra porque el suelo está saturado.
Esta transformación es muy alentadora, pero estamos recién en el comienzo del proceso y un año de bonanza no es todo. Falta la estabilización del sistema y hay muchos factores que no podemos manejar a nuestro antojo. Ojalá se mantengan los planetas alineados y no sea necesaria la intervención en estas lagunas. Ojalá se sigan llenando como antes con agua de lluvia que es mucho más sana que el agua del río.