Este chimango fue a posarse en un ceibo ocupado por calandrias. Una visita poco agradable para ellas. A pesar de hacer su mejor esfuerzo por ahuyentarlo, no lo lograron y se retiraron. El chimango permaneció impasible. Dueño del lugar se quedó un rato oteando, un tiempo después levantó vuelo y lo perdimos de vista.

Libando palán palán Nicotiana glauca

Esta pareja de monarcas (macho a la derecha y hembra a la izquierda) se están apareando sobre una lantana Lantana camara. Esta es la condición sine qua non para que se de inicio al ciclo vital de una nueva camada de monarcas. Hembra y macho espalda contra espalda ponen en contacto el extremo del abdomen; allí se encuentra el aparato copulador. Funciona como un sistema de llave-cerradura y debe encajar a la perfección. De lo contrario, se interrumpe el proceso de reconocimiento en el que ya surtieron efecto las feromonas y los sonidos. Permanecen acoplados en esta posición largo tiempo y si son molestados se mueven hacia otro lugar sin desacoplarse.

La monarca como todas las mariposas y como muchos otros insectos son holometábolos. Para llegar a la adultez atraviesan cuatro fases: la primera, huevo; sigue larva u oruga; luego, pupa o crisálida y por último adulto o imago, es decir la mariposa. 

Por entre la vegetación del Canal Viamonte se movía algo blanco. Solo cuando asomó la cabeza la asocié a una comadreja. Una comadreja colorada en la reserva no es raro porque es una residente, pero un ejemplar albino, sí, porque no son comunes en la vida silvestre. No se dejó ver con mucho detalle, por lo tanto cabía la posibilidad de que lo estuviese confundiendo con el hurón blanco, que no es de la reserva, pero que actualmente se lo comercializa como mascota y son muy parecidos. Consulté a Marcelo Canevari, especialista en mamíferos y autor de varios libros, y a Lucas Damer, naturalista que trabaja en la reserva, para salir de dudas. Ambos coincidieron en que parece una comadreja colorada albina.