Año tras año el boyero elige este lugar para anidar. Así lo demuestra la existencia de nidos en distintos estados de deterioro. El de arriba es el activo.

Otro nido de boyero. Parece terminado pero un acercamiento deja ver la transparencia del tejido. Falta darle volumen, que el entramado sea más compacto.

El domingo 26 se contaron unos 30 macaes grande a lo largo de la costa del río. Como la marea estaba alta algunos se acercaban a los juncos para atrapar peces y lo conseguían. Había buena pesca. En el grupo había juveniles y adultos. El domingo 3 se vieron menos ejemplares. En el momento del avistaje la marea estaba mucho más baja y los macaes estaban alejados de la costa

Alboroto entre caranchos. Nueve sobrevolaban el área. Se perseguían, bajaban a tierra, mostraban intenciones de aparearse. Un grupo de adultos y juveniles